miércoles, 25 de abril de 2012

Sonrisas...

Sonrisas de resurrección, sonrisas de vida...
Aunque haya que descubrir otros caminos
y hacer nacer nuevas esperanzas,
aunque se cierren sepulcros...
Siempre otros se abrirán,
Siempre amanecerá el día que no termina,
aunque mil noches digan lo contrario,
aunque tanta muerte nos haya acostumbrado
a vivir desesperados...


Creces hoy, semilla del árbol sin serpiente
y ya nada podrá abatirte
porque arraigas en la fuente de todas las fuentes,
el manantial primero que todo lo sostiene...


Tú, la Resurrección y la Vida...






sábado, 7 de abril de 2012

Esperanza...




Creer en el Resucitado es resistirnos a aceptar que nuestra vida es solo un pequeño paréntesis entre dos inmensos vacíos. 
Apoyándonos en Jesús resucitado por Dios, intuimos, deseamos y creemos que Dios está conduciendo hacia su verdadera plenitud el anhelo de vida, de justicia y de paz que se encierra en el corazón de la Humanidad y en la creación entera.
Creer en el Resucitado es rebelarnos con todas nuestras fuerzas a que esa inmensa mayoría de hombres, mujeres y niños, que solo han conocido en esta vida miseria, humillación y sufrimientos, queden olvidados para siempre. 
Creer en el Resucitado es confiar en una vida donde ya no habrá pobreza ni dolor, nadie estará triste, nadie tendrá que llorar. Por fin podremos ver a los que vienen en pateras llegar a su verdadera patria.
Creer en el Resucitado es acercarnos con esperanza a tantas personas sin salud, enfermos crónicos, discapacitados físicos y psíquicos, personas hundidas en la depresión, cansadas de vivir y de luchar. Un día conocerán lo que es vivir con paz y salud total. Escucharán las palabras del Padre: "Entra para siempre en el gozo de tu Señor". 
Creer en el Resucitado es no resignarnos a que Dios sea para siempre un "Dios oculto" del que no podamos conocer su mirada, su ternura y sus abrazos. Lo encontraremos encarnado para siempre gloriosamente en Jesús.
Creer en el Resucitado es confiar en que nuestros esfuerzos por un mundo más humano y dichoso no se perderán en el vacío. Un día feliz, los últimos serán los primeros y las prostitutas nos precederán en el Reino.
Creer en el Resucitado es saber que todo lo que aquí ha quedado a medias, lo que no ha podido ser, lo que hemos estropeado con nuestra torpeza o nuestro pecado, todo alcanzará en Dios su plenitud. Nada se perderá de lo que hemos vivido con amor o a lo que hemos renunciado por amor.
Creer en el Resucitado es esperar que las horas alegres y las experiencias amargas, las "huellas" que hemos dejado en las personas y en las cosas, lo que hemos construido o hemos disfrutado generosamente, quedará transfigurado. Ya no conoceremos la amistad que termina, la fiesta que se acaba ni la despedida que entristece. Dios será todo en todos.
Creer en el Resucitado es creer que un día escucharemos estas increíbles palabras que el libro del Apocalipsis pone en boca de Dios: "Yo soy el origen y el final de todo. Al que tenga sed, yo le daré gratis del manantial del agua de la vida". Ya no habrá muerte ni habrá llanto, no habrá gritos ni fatigas porque todo eso habrá pasado.

José Antonio Pagola, Domingo de Resurrección, 8 de Abril de 2012





Losas...

En una losa has terminado,
todo el mal, todo el dolor, toda la angustia...
sin más poder que el de la desesperanza.
En una losa...
haciéndonos creer que puedes
encerrarlo todo
y dejarnos solos en la nada.
Pero hay algo más que tu violencia,
hay Esperanza.
La pequeñez de tres mujeres solas...
la fe del grano de mostaza,
y "alguien que nos quitará la losa"...
No importa si no vemos,
si no lo comprendemos,
importa madrugar,
levantados de esa mano,
humilde confianza,
que sigue conduciendo nuestra historia.




Alguien ha de retirarnos esa losa,
hacernos ver la vida 
que brota en tantas muertes,
y el absurdo contemplar en los sepulcros.
Alguien ha de levantarnos,
y en el camino, en libertad, ha de lanzarnos.


Pero no podremos sin atarnos,
sin entrar con los atados de la tierra,
sin el barro en nuestras manos...


Hoy sé de este sepulcro,
de todas esas losas que desde dentro empujas...
y sé que suena, para siempre,
el grito de este día que ha nacido
en medio de la noche más oscura:
¡Tú, Verdaderamente, Has Resucitado!

Noche-Día de Pascua, Abril de 2012

De entregas...

De la entrega has hecho un entregarte...
De la traición una ofrenda...
¿Quien ha podido sino Tú,
fidelidad eterna que jamás pone condiciones?
Las manos que arrebatan, en Ti son manos que acarician,
y los pies que golpean, infinitos caminos abiertos.
Y las voces que laceran ahora cantan,
y toda violencia en tu fuego ha sido consumida...
¡Paz de las entregas!
Ese es tu secreto,
un amor más allá de todo amor,
un manantial inagotable...
Es sólo una palabra, entrega,
y la has hecho entregándote.
Y el mundo todo ha renacido,
rota la roca de sus seguridades,
y en su pasmo, una astilla
clavada en el vértice del miedo,
todo ha destruido...
Tú,
el que todos los espejos resquebraja...
Mojar el pan en tu comida,
hacerte mío y sólo mío,
a Ti que te has partido en infinitos,
pobre ilusión de mi quererte
por treinta monedas de deseos.
Hacerte mío a Ti que eres de todos,
y atar mi libertad en mis entregas.
Pero hoy el mundo de traiciones
se ha perdido,
sucumbe en sus oscuros recovecos,
y el mundo de la ofrenda,
apartando la losa del sepulcro,
raíz de savia nueva, se abre paso.

Viernes Santo 2012





viernes, 6 de abril de 2012

Arrodillado...

Hoy...

..."Haces nuevas todas las cosas"
y yo sólo puedo arrodillarme,
Majestad del Amor,
Infinita Ternura,
en el hueco de mis soledades
heridas de tanto buscarte.






Hoy ya no miro a lo alto ni a la lejanía
sino al polvo que te acoge al caer
las miles de veces que todos hemos caído,
y este mirar me sobrecoge, 
porque te abraza la tierra, en su entraña te acoge,
noche de tus nupcias, consumado deseo.


Hoy, te haces eterno...
y nada sospecha este tiempo muerto,
y el horizonte acompasa tus pasos
porque el sol ya no se pone...
tan sólo se apaga, con tu mirada
cerrándose en aquellos que amas.


Hoy, es el hoy de todas las verdades,
calladas al golpe del viento,
que clava y estremece tu cuerpo,
mientras la dádiva inmensa
se entrega a cada alma,
fecunda soledad de tu silencio.


Hoy, me desbaratas...
y es imposible que amaine esta tormenta,
porque tú tienes el orden en tus manos,
y tú conduces en tus pies,
el corazón de todo el universo,
que late al consumar el don amado.


Un leño has puesto,
y una llave,
y el mundo has tomado entre tus manos,
y abres y cierras,
y has inyectado del Amor todas sus venas,
y yo solo puedo arrodillarme...

Viernes Santo, 2012