lunes, 7 de mayo de 2012

Racimos...




Juan 15,1-8

Tiene sabor de casa y de familia,
sabor de tu morada…
La que tú has ido a prepararnos.
Pero es algo de ti lo que ahora me sostiene,
lo que me ha dado fundamento,
Algo divino…
Me has conectado a tu misma savia viva,
a las venas de tu sangre
y siento que lates,
Poderoso,
dentro de mí,
y me enajenas.

Te presiento...

De pié,
y atado en el temblor del universo
capaz de hacerlo todo nuevo,
mientras las estrellas te describen
sus órbitas eternas,
y haces de luz desplazan tus contornos
y a mis ojos llegas desde el tiempo,
conteniendo en ti toda la historia...
infinita seducción de mi deseo.

Y te espero y necesito,
embriagado de visión
más que de vino,
incapaz de respirar
de tanta gracia,
contemplando el amor que todo vence.

Bondad que todo me atraviesa,
y al ritmo de mis notas te acompasas,
y conduces esta música callada
a la coda final de mis anhelos...

Sólo puedo, en el silencio de los astros
confirmar esta presencia
que me envuelve,
me nutre,
y me enloquece...

1 comentario:

  1. Como libre decisión,
    como conciencia abandonada a la verdad,
    cual fragancia que rodea,
    como abrazos que crean,
    Reúsame...

    Reúsame con ternura,
    orienta mi interior,
    inspira mi corazón,
    despliega mi color.

    Me gusta tu idea,
    cada punto de luz,
    una hoguera.
    Amor, te escojo,
    siempre, sin fronteras...

    ResponderEliminar