martes, 8 de mayo de 2012

Taljah

Siervo y Cordero

No fuiste aquel león, ni el búfalo ni el águila...
ni tan siquiera un ángel...
tan sólo fuiste tú, siervo y cordero.


Espejo de la sencillez,
imagen de la tierra trabajada,
sensación del viento que azota en nuestros rostros,
y reflejo del sol que acaricia en la mañana.


Inmensa ternura del camino que se abre
a los pies que siguen adelante,
calor de hogar que nutre y fortalece,
y puerta firme que protege...


Y desde abajo,
desde donde el universo se revela
infinita compasión
de Aquel que ama,
más allá de todas las certezas.





Pastor-Cordero,
Si para ser Vida has de darla,
si para vencer has de entregarte,
canta tu sueño,
que hoy tu melodía me transporte
y me renueve...


Que yo no me resista,
que no sea en vano mi vida,
la que tú me has dado
fruto del deseo que indecible
has pronunciado.


Taljah, Siervo y Cordero:
Amor en amor abandonado...


2 comentarios:

  1. Infinito pétalo de amor,
    morada,
    sólo en tus ojos me abarcan.
    Esos rostros tan hermosos,
    aguas tan claras,
    acaricia palabras, mece fragancias...

    Y si canto en tu tono,
    tal vez se deshagan,
    es tan dulce tu mirada,
    cálidos azules, ocres, verdes, malvas...
    En tus colores,
    tu alegría
    me estalla.

    Brisa en calma,
    suaviza gestos, pasos, albas,
    en tu onda me irradias...
    Y si canto en tu tono,
    tal vez te alcanzan...

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  2. El Obispo de Hipona24 de mayo de 2012, 1:25

    Cuando llenas mis velas
    e impulsas mi navío hacia adelante,
    hacia la luz que surge en el levante,
    ella me atrapa y todo lo recrea.

    Cuando soplas como el viento de la tarde
    y tu presencia me envuelve y me transporta
    se rompen las amarras, ya no importa
    conocer el camino, Tú lo sabes.

    Tú que trazas sendas siempre nuevas
    y en las estrellas señalas el camino,
    Tú que haces del horizonte mi destino
    y arrancas mi bajel de la escollera.

    Dame de tu brisa la sabiduría
    para escuchar su Palabra y comprenderla
    para abrir el corazón y contenerla
    y en su Pasión emprender la travesía.

    Tú que eres la brisa que besa la mañana
    arrancando a las olas su sonrisa,
    Tú que eres el manto tibio que suaviza
    el frío que me trae la madrugada.

    Acaricia con tu voz mi pensamiento
    iluminando profecías en mi alma,
    lléname de tu paz y de tu calma
    y enciende en tu Amor mis sentimientos.

    Tú que eres la pureza de una noche limpia
    en la que el mapa del cielo se desvela
    Tú que eres la luz que en misterio se revela
    y das sentido a la historia que inhabitas.

    Dame tus ojos para ver lo que Tú quieres
    y la mirada que penetra los misterios,
    rompe las cadenas de mi cautiverio
    y hazme libre para elegir lo que prefieres.

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