domingo, 23 de diciembre de 2012

Donde nadie puede...


Tú, sólo Tú has podido,
donde nadie puede,
venir como en un soplo
y llenarlo todo.
Tú, el que mi boca calla,
Jesús de los pobres.
Cuando las manos se levantan
y los cuerpos vibran,
en el ritmo que sumerge
al canto de otra vida.
Tú, las piernas de la mutilada,
y la luz de los ojos apagados...
Tú, sólo Tú has nacido,
donde la muerte parecía
tener la última palabra.
Jesús de los pobres,
estabas en el brillo de sus ojos,
en lo besos apresados
de sus secretos amores,
y los pies descalzos,
encallecidos, te llevaban.
en el grito estremecido,
te miraba,
y en las manos duras,
te encontraba.



Jesús, Jesús de los pobres,
Risa de la noche,
Ternura escondida que se abraza.
Qué milagro ha sido
el que nos has dejado,
naciendo otra vez,
otro año...?
Se levantarán los días,
y volverá el camino,
pero quizá en el polvo,
ahora te veamos,
más nuestro,
más pobre,
y más lleno del silencio
de los días que pasan.
Tal vez en tantas horas,
en las sombras
y las incertidumbres,
te vuelvas esa luz
que abraza los instantes
y los convierte en consuelo
y esperanza.
Tal vez también
la soledad no sea tan pesada
y cada piedra nos recuerde
que Tú, sólo Tú eres
en todo y como siempre
la brisa del amor
y la luz del extravío.
Tal vez, por eso, estás perdido
ahí en medio,
y esperas que juntos
Te encontremos.

Malanje, Diciembre de 2001

1 comentario:

  1. CANCIÓN DE NAVIDAD-SILVIO RODRIGUEZ

    El fin de año huele a compras, enhorabuenas y postales con votos de renovación;
    y yo que sé del otro mundo, que pide vida en los portales, me doy a hacer una canción.

    La gente luce estar de acuerdo, maravillosamente todo parece afín al celebrar.
    Unos festejan sus millones, otros la camiseta limpia y hay quien no sabe qué es brindar.

    Mi canción no es del cielo, las estrellas, la luna, porque a ti te la entrego, que no tienes ninguna.

    Mi canción no es tan sòlo de quien pueda escucharla, porque a veces el sordo lleva más para amarla.

    Tener no es signo de malvado y no tener tampoco es prueba de que acompañe la virtud; pero el que nace bien parado, en procurarse lo que anhela no tiene que invertir salud.

    Por eso canto a quien no escucha, a quien no dejan escucharme, a quien ya nunca me escuchó; al que en su cotidiana lucha me da razones para amarla; a aquel que nadie le cantó.

    Mi canción no es del cielo, las estrellas, la luna, porque a ti te la entrego, que no tienes ninguna.

    Mi canción no es tan sólo de quien pueda escucharla, porque a veces el sordo lleva más para amarla.

    FELIZ NAVIDAD. UN ABRAZO Majo y MAITE

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