No sé si eres Tú...
pero sé que sólo Tú te puedes darme.
Me envuelves como luz y mi deseo arde,
y te siento en él, que te acercas,
y tiemblo...
de una especie de gemido que enloquece...
Porque no sé decirlo.
Pero todos los roces de mi cuerpo se concentran,
y mi conciencia se hace una,
en la misma vibración,
si es Tu Presencia,
y tiembla...
unida al deseo de tenerte que me arrastra.
Todo yo, fusión de una Ternura indescriptible,
acelerado respirarte,
mientras todo lo mío llenas,
hasta que la Compasión
por todos los poros
me transpira...
Pasas y te veo,
busco y ya te has ido...
¿Cómo será permanecerte?
Se acompasa el aliento
que antes quemaba,
y más allá de todo
me siento.
Un quedo latido,
y silencio que cubre las grietas
que una vez más has abierto.
Y duele, Tú lo sabes,
con un dolor apaciguado,
tanto amor...
así derramado.
Eucaristía, 9 Enero 2012
Muy profundo hermano,me ha gustado tu blog
ResponderEliminarPor si no sabes quién soy te digo que soy un diamante en bruto
Muy bonito...me ha gustado mucho.
ResponderEliminarGracias por dejarme compartir tu blog.
Eres genial.
Dolor y anhelo,
ResponderEliminardulce arrobamiento,
caricia suave e intensa,
plena...
¡llévame a tu lado!
para poder ver más
y amar, sólo amar...