"Ya ves, lo intenté todo,
Anduve todos los caminos,
Pero nunca pude encontrar a un
amigo a quien pudiese amar más;
Bebí en todas las fuentes,
saboreé todas las uvas,
Pero nunca probé un vino más
dulce que tu.
Leí cientos de códices eruditos,
En cada letra sólo te veía
a ti.
Borré la caligrafía con mis
lágrimas
Y la página resplandeciente se
convirtió en tu espejo.
Escuché tu voz en cada soplo de
brisa rumorosa,
La nieve, la hierba, sólo eran
hermosísimos velos que cubrían tu rostro.
Me sumergí en un océano sin
orilla,
Las perlas luminosas sólo a ti te
reflejaban.
Luego vino la tempestad.
El jardín de mi corazón tiritaba
helado,
Esparcidas sus hojas.
Se hizo desierto
Y nube yerma,
Y silencio.
Y de repente, el sol a
medianoche: Tu."
(Annemarie Schimmel, Poemario Ruiseñores bajo la nieve)
"despertar enardecido al reconocer a cada criatura a través de Dios, y no a Dios a través de las criaturas"
ResponderEliminar(Juan de la Cruz)