domingo, 23 de diciembre de 2012

Assante, Corazones...


Assante, Gracias

En todas las palabras del mundo que las dicen...

por la luz de vuestras calles polvorientas,
del bambú entretejido,
haces de amor que se resisten
a quedar aprisionados.



por el paso humilde y protegido,
del sentirme a cada instante vuestro y dado,
a todas las miradas ofrecido,
mientras la luz bendice vuestro canto.

Assante,

por la sonrisa que mana de la Fuente
en la que estáis siempre zambullidos,
destellos y presencias que no ven
sino los ojos que se lanzan al vacío.


Assante...

Corazones,

por el puro misterio de la vida,
de silencio arropado,
de paz nutrido,
y el horizonte que convoca
y la infinidad que grita,
y el abrazo de todas las cosas...
donde las palabras callan 
y los suspiros del viento se alzan,
mientras la luz bendice vuestro canto...

Assante!

Minhuene, Adviento 2012

2 comentarios:

  1. Agradecida en cada instante,
    de que jugases en mi ventana,
    me sonreías y alumbrabas
    la noche y la mañana.
    De que envolvieras este olivo
    con tu paño y palabras.

    Cuando tocabas mis pensamientos
    mi corazón volaba,
    se inundaba de fuentes, azules cascadas.
    No dibujabas expectativas,
    mostrabas una mirada,
    unas manos que llevaban.

    Juega, Pequeño ,
    estalla de alegría,
    que tu risa alcance todos los rincones.

    En este día,
    bendícenos con tu agua,
    agua sin medida,
    que sólo exista un camino de Amor,
    y que sólo tú seas el guía...

    ResponderEliminar
  2. TIEMPO DE NAVIDAD-(MIRADAS DE NAVIDAD)
    Hay cosas en la vida que el hombre siempre aguarda,
    como se espera el alba tras una noche negra,
    como aguarda la amada a su pareja ausente.
    Si se tiene Esperanza no todo está perdido;
    la ilusión es precisa para andar el camino.
    Nunca es un buen refugio la tristeza perenne,
    ni es la melancolía la ideal compañera.
    Está en la confianza el elixir que alienta
    al cansancio que, a aveces, la injusticia produce.

    Y ahí estamos nosostros, com hojas desprendidas
    que el viento arrebatará de los frágiles cuerpos,
    queriendo resguardarnos detrás de nuestro escudo,
    con los ojos cerrados por miedo o por vergüenza.
    Al estar convencidos (así somos los ilusos)
    de que a toda desgracia hemos de ser inmunes,
    quedamos satisfechos al creernos salvados.

    Llega otra Navidad (¡cómo cabalga el tiemp!);
    Una oportunidad para el alma dormida.
    Está bien recibirla con alegría y risas,
    con champán, villancicos y luces de colores;
    comidas suculentas y abundantes regalos.
    ¿Pero sabemos siempre qué es lo que celebramos?
    ¿Acaso nos importa que quizá no tan lejos
    muchos aceptarían aquello que tiramos?

    Una oportunidad, permitidme que insista,
    para ofrecer al Niño nuestro propio presente,
    además de los otros que los Magos pusieron
    a sus pies con cariño y con faz sonriente.
    Nuestro Regalo, amigos, no es algo inaccesible;
    se trata de que tiendas tu mano cariñosa
    a aquel que necesita el amor de la gente.
    Podría ser consuelo, o el perdón para siempre
    de esa vieja rencilla que sabes te avergüenza,
    y por orgullo insano albergas en tu pecho
    como rémora inútil. Podría ser, acaso,
    un poco de dinero para aquel que bien sabes
    lo está necesitando. ¡Son tantos lo favores
    que podemos hacerle a algún depauperado!
    Sólo es precioso un gesto de buena voluntad;
    arranquemos SONRISAS de un rictus de amargura
    y gritemos a coro: MUY FELIZ NAVIDAD

    ¡¡ASSANTE Niñito Jesús por estar vivo en cada
    uno de nosotros, por estar presente en la Esencia
    del día a día, por ser esa luz de Esperanza!!
    MAITE

    ResponderEliminar