Mi callada boca,
cuando ya se acaban las palabras,
suaves susurros se apoderan
y late el corazón pausadamente…
Yo… te necesito
Entrecerrar mis ojos al tenerte,
en silencio atar ya mis oídos,
y mis manos abrirse sin vergüenza.
¡Qué libertad sentida!
Pero tú, ¿Dónde te encuentras?
Distancia que me atrapas,
me socorren los espejos
de mis miedos.
¿Cómo voy así a mirarte?
Si al mirarme me perdiese…
Abismo que ha escapado de mis manos,
no escuchas,
no te enternece mi plegaria.
pero me has dado en el camino
una Palabra.
Ahora, ¿Dónde estás?
Este sol del día consume tu bruma,
y el invierno sumerge mi ardor
en hielo frío.
Es más fuerte, más duro
es creer mi pedernal,
esperar el mes que llena el pozo.
Pero yo… te necesito
Si estás,
¿qué esperas?
Que en la vela te descubra,
Tú sabes, no es mía.
porque ya no viene a mí
aquel sueño,
que cubría mis anhelos.
Yo… no puedo.
Pasión de tu silencio,
oscuro sendero…
Sólo alto, muy alto
oigo el aleteo
de tu pájaro herido…
Mi boca callada,
mis ojos casi ciegos,
mi silencio,
mis manos a tientas…
Saben de Ti
y por ti se entregan…
8 de Marzo de 2012
Como no confiar
ResponderEliminarsi vas dejando rosas
en mi caminar...
A veces me pregunto:
¿Guardan manos para amar
lo que Tú ya les das?
Siempre buscando y buscando
nuevas estrellas,
sin saber jugar con lo que cerca
les envuelve, tu manjar...
Es más fácil y sencillo el sendero,
sólo dejar de luchar,
todo lo que Él ha donado,
son regalos,
mi cielo es disfrutarlos ya...
Hoy quiero recordar
que, mejor que yo,
Tú conoces mi mar,
que si besas
al que nada, corre o vuela
¿cómo no vas a abrazar
al que libre va?
si, en cada instante,
decisiones y respuestas
he de dar...
En mi mirar,
yo prefiero adivinar,
las caricias, que cada día
Tú me das...