lunes, 5 de marzo de 2012

Sagrada debilidad...


A tus ojos, Padre...

“Si debemos ser misericordiosos y compasivos respecto al prójimo, es sobre todo cuando conocemos su defecto dominante. El primer movimiento es el de actuar con toda severidad, pero al contrario, hay que emplear toda nuestra caridad: eso es una flaqueza que debemos considerar sagrada porque únicamente Dios puede tratarla y curarla. Estos grandes defectos de nuestros hermanos son como una desnudez sobre la cual no nos está permitido mirar. Pero que cada cual lleve sus miserias ante la mirada de Dios, implorándole humildemente curarnos. Pues esta mirada divina puede ver toda desnudez, ya que delante de Él todo está al desnudo, Él que cura y reviste de luz”.

Raisa Maritain




2 comentarios:

  1. "El ojo en el que veo a Dios es el mismo en el que Dios me ve: mi ojo y el ojo de Dios es un sólo ojo, un sólo ver y conocer y amar".

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  2. La libertad la apreciaba como
    un vuelo alegre, cargado de amor,
    hablando idiomas desconocidos,
    pero comprensibles, entendibles
    a los ojos del interior.
    En un viento, rodeada,
    de una fuerza plena de ilusión,
    de esperanza ilimitada,
    donde las miradas son de unión...
    Existe un conocimiento del Amor,
    donde sobran las palabras,
    pues la fiel comprensión
    cimienta, impulsa toda relación...
    También esto es creación.

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